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Protección más eficiente y prolongada
Desarrollamos un curasemilla para trigo, cebada y soja de origen biológico que logra un mayor control de enfermedades con menor impacto ambiental. Esta biotecnología ha demostrado ser una alternativa muy eficiente a los productos químicos para el control de hongos fitopatógenos.


Su formulación es totalmente biológica en base a la cepa Trichoderma harzianum 2 (Th2), seleccionada por ser la más efectiva para combatir el desarrollo de las enfermedades más importantes en los cereales de invierno como Fusarium graminearum, Bipolaris sorokiniana y Drechslera tritici repentis que habitan en el suelo y la semilla.
En el caso de la soja, controla eficientemente enfermedades de semilla comocercospora kikuchii, phomopsis y fusarium spp.
Los grandes beneficios naturales de Trichoderma harzianum 2 radican en su rápido crecimiento y fuerte capacidad colonizadora. Esto le otorga una importante ventaja en competición por espacio y nutrientes con los hongos patógenos de plantas. Pero la acción es más amplia ya que también otorga un efecto vigor que favorece el fortalecimiento de las plántulas durante todo el período de germinación y emergencia.
Poder residual
El biofungicida, combina un triple modo de acción que inhibe la posibilidad de generar resistencias al bloquear naturalmente las posibilidades de desarrollo de los patógenos, superando los parámetros conocidos sobre desempeño en el poder residual
- Fórmula 100% biológica amigable con el ambiente
- Frena la resistencia de las plagas
- Mayor poder residual
- Brinda un efecto vigor
- Seguro para el operario
Banda Verde
El trabajo se llevó adelante junto al Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola del INTA Castelar de Argentina. Forma parte de una nueva generación de curasemillas “banda verde” para controlar sin impacto ambiental las enfermedades de semillas en su estado de emergencia
